¿Te gusta innovar? ¿Quieres sentirte como un artista neoyorquino de los años 50? ¿Te inspiran los lofts?
Entonces apuesta por la decoración industrial y no te pierdas cómo aplicarla.
- Origen:
Este estilo surge en Inglaterra a raíz de la Revolución Industrial, sobre los años 1820 y 1840, al introducir la máquina en los procesos de producción.
El origen de este estilo se conecta en los años 50, con las viejas fábricas y naves industriales de Nueva York, donde toman protagonismo las fábricas y almacenes en desuso. Éstas se convirtieron en las viviendas de artistas e inmigrantes que no podían pagar el alquiler de un apartamento en el centro de la ciudad, los cuales comenzaron a reutilizar estas fábricas acondicionandolas para vivir en ellas sin reformas, ofreciéndoles espacios amplios y luz en abundancia. De ahí que se caracterice por tener grandes ventanales y materiales vistos y desgastados.
Este estilo va íntimamente ligado al estilo loft debido a los altos techos que ofrecían las fábricas.
- Ambiente:
Los espacios son abiertos y diáfanos. Cuanto menos tabiques mejor.
- Grandes ventanales:
Usan la estética de las antiguas fábricas buscando la máxima luz en la estancia. Las ventanas industriales son muy grandes y espaciosas, y están divididas en pequeños cuadrados recubiertos de una estructura en metal negro.
Si usas estas ventanas, recuerda dejarlas sin cortinas. En todo caso, opta por un estor.
- Muestra vigas y estructura:
Este estilo no busca espacios perfectos, si no que busca texturas llenas de imperfecciones e irregularidades, por lo que sus instalaciones irán al descubierto.
Lo ideal es que se muestre la mella del tiempo incluso cuando es de obra nueva.
- Hierro y acero:
El hierro, el acero y el metal son imprescindibles. Recuerdan a los últimos años del siglo XIX con ruedas de estética ferrocarril o relojes enormes y dentados.
Este acabado lo podemos encontrar con acabados al óxido o con acero galvanizado.
Como es un material muy frío, se aconseja combinarlo con madera de aspecto natural para conseguir armonía en el interior.
- Madera:
Se emplea sobre todo en los sobres de las mesas y en el mobiliario más pesado.
Se utiliza una madera basta y gruesa, de manera natural y sin tratar. Sobre todo madera de mango.
Suele emplearse en el suelo con lamas anchas y desgastadas.
- Paredes de ladrillo visto:
Es normal que en una pared de ladrillo hayan zonas descoloridas o manchadas. Forma parte de la estética que los ladrillos sean irregulares o estén rotos en algún punto.
Se puede usar de su color natural o pintarlos en blanco.
- Mobiliario:
Muebles en líneas rectas como baúles o cajoneras que recuerdan a contenedores ferroviarios, combinando el hierro con la madera natural. Algunos con impresiones de números y letras.
Suelen ser desgastados y decapados.
El mueble industrial original puede encontrarse en anticuarios.
Para un estilo más original, cuenta con muebles de oficio como los de las imprentas o talleres textiles.
Los bidones de gasolina se pueden utilizar como mesa auxiliar o como mesas de noche. ¿Hay algo más original?
- Paleta de colores:
Los tonos oscuros y tierra son los más utilizados en este estilo.
Aunque el negro sea el principal protagonista, encontraremos marrones en superficies de cuero, beige en telas de saco y rojos, verdes o azules en superficies metálicas, combinados con blanco y gris.
- Textiles:
Para la ropa del hogar o cojines se emplean linos de estampados lisos en de colores neutros.
- Decoración:
Los accesorios son casi inexistentes, si a caso, decora con libros, maletas, baúles, láminas sobre el suelo, fotografías en blanco y negro y mapas. La lámparas de metal y los focos con efecto oxidado no pueden faltar en tu decoración. Como complementos puedes usar cajas de madera con ruedas, revisteros de metal o de cuero, o tuberías a modo de colgador.
¡Inspírate en este estilo y crea impresionantes espacios neoyorquinos!
*Fuente de imágenes: Pinterest.
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